Pequeños recuerdos insignificantes vuelven a flotar en mi corazón.

Me gustaría borrarlos de mi alma o enterrarlos en lo más profundo de mi ser donde no pueda recordarlos ni una vez más.

Ni una sola vez más.

No me hacen falta los recuerdos que me hacen caer en la más dolorosa tristeza, no me hacen falta...

La impotencia de no poder borrar lo que ya forma parte de mi me va matando, poco a poco.

Cada recuerdo va absorviendo mi alma, destruyéndo lo que queda de ella, poco a poco. 

Desearía empezar de nuevo, encontrar una mano que me tienda su ayuda. 

Desearía encontrar a esa persona que me complete y que me acompañe hacia un futuro solamente nuestro.

 

Un amanecer oscuro tras las penunbras de una guerra pasada.
Recuerdos que te acompañan en tu día a día de los que no puedes escapar.
Nostalgias que te dejan sin respiración.
Miedos que te bloquean el camino hacia el presente.
Tristezas, llantos... promesas que acaban siendo solo ruidos en la tempestad de los vientos ...        

Ira

Hoy es una noche especial, una en que mi profunda tristeza es la que da oscuridad a esta noche.

Mi agonía es la que oculta todas y cada una de las estrellas.

Y mi ira… mi ira son las nubes que encarcelan la luz de la luna.

Maldigo el día en que me hiciste llegar a alcanzar la cumbre de mis deseos.

Te maldigo por no querer desaparecer de mi ingenuo corazón.

No puedo soportar que me despreciaras de aquella manera después de fingir que era importante para ti, después de que me contaras tus miedos y te aprovecharas de mi ayuda, después de que hiciera todo lo que hice por ti.

Después de… todo.

TODO

 El recuerdo de tu imagen, el dolor, las lágrimas, el sueño… poco a poco hacen que vaya  cayendo en la inconsciencia.

Cierro los ojos, vuelvo a recordar tus palabras, el vacío de tus ojos, el frío de tu mirada…

Vuelvo a oír en mi mente otra vez tus palabras. Las palabras que pusieron fin a este sueño.

Es como si volviera a estar allí. Es como si pudiera volver a sentir que estas a mi lado, destruyéndome, otra vez.

Creo teletransportarme hacia el pasado cada vez que bajo los parpados para vivir una y otra vez la misma pesadilla.

En mi mente se reproducen a velocidad de vértigo todos y cada uno de los instantes que compartimos.

No puedo evitar que las lágrimas caigan como lo hice yo cuando todo acabó.

No puedo quitarme de la cabeza el momento en que me di cuenta de que te quería más de lo que pensaba.

La primera vez que te ví llorar, la primera vez que te vi sufrir, la primera vez que sentí el dolor recorrer tus venas, la primera vez que te mostraste vulnerable...

Todo lo que empieza acaba, así és la vida.
Y cuando pierdes aquello que realmente amabas, ya nada importa... 
Ni siquiera vale la pena estar triste, porque eso no hará que nada cambie, ni que el pasado vuelva para hacerte feliz.
Solo te queda vivir la vida al máximo sin pensar en el pasado, ni en el futuro.
Porque cuando ya no tienes nada que perder no hay que desaprovechar la situación y encerrarse dentro de uno mismo.
Simplemente tienes que ser libre y esperar a que el tiempo haga su trabajo y cicatrice las heridas...