Todo lo que empieza acaba, así és la vida.
Y cuando pierdes aquello que realmente amabas, ya nada importa...
Ni siquiera vale la pena estar triste, porque eso no hará que nada cambie, ni que el pasado vuelva para hacerte feliz.
Solo te queda vivir la vida al máximo sin pensar en el pasado, ni en el futuro.
Porque cuando ya no tienes nada que perder no hay que desaprovechar la situación y encerrarse dentro de uno mismo.
Simplemente tienes que ser libre y esperar a que el tiempo haga su trabajo y cicatrice las heridas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario